JUAN ALCAIDE Y SU SILENCIOSA PASIÓN POR LA VIDA. ANÉCDOTAS Y RECUERDOS
El próximo jueves 3 de diciembre, a las 8 de la tarde, en la Sede de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, sita en calle del Barrero número 10, tendrá lugar la conferencia a cargo de Antonio Alcaide, titulada Juan Alcaide y su silenciosa pasión por la vida. Anécdotas y recuerdos.
Se trata de la tercera actividad programada por la Real Academia de Nobles Artes de Antequera en conmemoración de los 50 Años de la publicación de “Mi Ciudad”, del abogado y escritor antequerano que vio la luz en el otoño de 1965.
JUAN ALCAIDE Y SU SILENCIOSA PASION POR LA VIDA
ANECDOTAS Y RECUERDOS
Juan Alcaide amaba vivir. La persona, el abogado, el escritor y el académico se confundían a la hora de amar la vida con silenciosa pasión. Mis recuerdos se remontan a mi niñez con detalles y anécdotas de la imagen que yo, primo pequeño, tenía de Juan, mi primo mayor y mi referencia familiar e intelectual. Aún yo muy niño, con 8 o 9 años, vivía y oía los comentarios que se hacían sobre Juan en el seno familiar: ¡estaba a punto de ir a la Universidad a estudiar Derecho y estaba empeñado en escribir! Comprendí, a lo largo de los años, que aquellos inicios eran sus primeras manifestaciones de su silenciosa pasión por vivir.
Crecí y fui descubriendo su altura intelectual y su altura de miras y, en terrenos tan distintos, él en Letras y yo en Ciencias, siempre encontrábamos puntos de interés común y tiempo y ocasiones para hablar de nuestras respectivas ilusiones del momento: Juan escuchaba mis ilusiones científicas, y yo, sus proyectos e ilusiones literarias. Unas y otras, enmarcadas en el contexto socio-político-cultural y familiar (¡siempre su familia!) de cada momento. Juan, sin moverse apenas de su Antequera y yo, de un sitio para otro pero con Antequera en mi corazón,
Así pasaron los años y en mis esporádicas visitas a Antequera confirmaba la talla intelectual y humana de Juan, al tiempo que descubría una y otra vez su afán por oír de mí mis experiencias e impresiones de otros mundos, lejanos como Japón, Estados Unidos, Honduras y Rusia, y más cercanos como Francia, Reino Unido, Alemania y otros países europeos.
Juan Alcaide fue siempre joven, nos dejó joven y, de haber seguido viviendo, nunca habría llegado a la ancianidad. En sus últimos años me confesó su interés por Amiens, ciudad francesa en la que Julio Verne, sin moverse de su despacho, escribió los libros de viajes más extraordinarios, y me preguntaba por Sri-Lanka, desde el día en que le hablé de Serendipity y por Honduras, cuando supo de mi interés por la Medicina Maya. ¡Siempre su pasión por la vida! Así queda plasmado en sus libros, en sus escritos, en lo que otros han escrito sobre él y en sus muy contadas visitas a Madrid, que siempre llenábamos de contenido cultural.
Antonio Alcaide, 3 de Diciembre del 2015.
Académico de Número. Real Academia de Antequera
